12 de junio de 2012

Tarde de domingo

Estamos en invierno pero esta semana no llovió mucho. Algunos sueños que tengo son extraños, despierto y aún siento miedo, veo alrededor para ubicar en qué parte de la realidad estoy. 

Observo el cielo a través de una ventana, un pedacito de cielo, sin rostro, sin nombre, con luz de ocaso. 


Salgo un día a caminar, buscando al Dios de la gente, por la ribera del río. Intento llegar a una ermita pero solo hay un puente a medio construir.

La humanidad va en decadencia, le haríamos un favor a este planeta si desaparecemos y dejamos a la madre naturaleza sanear la heridas que le hemos hecho. Sí, pero recuerda la parábola de la higuera me grita mi conciencia; observo mis mano, estoy otra vez escribiendo, aflojando la tierra que está a mi alrededor para ver si esto nuevamente florece.