28 de diciembre de 2014

A la mierda el mundo IV (final)

...pero qué? que quieren que cuente, si no tengo nada que contar. Al menos nada de lo que quieren escuchar, mis sueños no son como los del resto del mundo; en este momento no sueño con tener esposa e hijos, pagar la hipoteca de una casa por al menos quince años y sumirme en la rutina de la humanidad. Mis pretensiones son otras, quiero alejarme del sistema con una vida autosuficiente en la medida de lo posible; golpear el sistema, hacerlo tambalear. Añoro una revolución, sí, esos son mis sueños. Estudiamos para servirle al sistema en el que vivimos. Se supone que cada cual debe buscar una mejor calidad de vida, o al menos mejor a la que le dieron sus padres y esa es la que ha de darse a los hijos. Pareciera que esto es un constante crecimiento de bienes materiales e intelectuales, debiera incluirse la parte espiritual pero sin fanatismo religioso tomando en cuenta que el prójimo son todos y no solamente las personas que asisten al mismo grupo religioso al que cada quien asiste. Siento que estoy a la mitad de todo donde puedo tomar cualquier camino pero sin la opción de retroceder.

Acaso existe un arquetipo para la vida al que todos debemos adecuarnos. Qué pasaría si todos nos negamos a la reproducción humana, si le apostamos a la extinción. Qué pasaría si nos dedicamos más al crecimiento espiritual.

No importa de que trabajemos. Trabajamos para alimentar y hacer crecer este sistema al que estamos sometidos. Nacemos dentro de un contexto predeterminado y nos movemos dentro de las oportunidades que nos dan al crecer, luego en las decisiones que tomamos.

Si lucho por justicia social al final terminaría como cualquiera que lo han hecho: muerto, recordado como mártir, de ejemplo para las siguientes generaciones, estampado en una playera o una bandera en medio de protestas contra el sistema… Y luego qué, otros lucharán y terminarán igual. Eso es lo que cuenta la historia. Pero qué pasaría si luchamos desde el anonimato, apartados del camino, disparando flechas para tender una emboscada.

...pues no, no tengo nada que contar.

29 de noviembre de 2014

A la mierda el mundo III

Estoy cansado ¿cuántas veces he escrito esas palabras? pues la misma cantidad de veces que me he sentido así. Odio al mundo y estoy cansado de hacerlo. Me siento aburrido, desmotivado. Los días pasan, a veces se parecen tanto entre sí.

Lo que me gusta y me motiva es escaparme del mundo, ir al volcán, jugar a ser un sobreviviente, poner a prueba mi resistencia y mi fuerza de voluntad. Como dicen tantos eslóganes, no es conquistar la cima sino conquistarse a uno mismo. Me gusta salir y alejarme de todo, aunque puede que sea sinónimo de escapar.

Tengo algunos sueños bastante ambiciosos. Son grandes y revolucionarios. Eso me mantiene vivo, es lo que actualmente me mueve.

A todos nos puede ocurrir un milagro, sólo tenemos que creerlo posible. Estamos en este mundo, y ya, nos queda vivir. Vivir en armonía.

17 de noviembre de 2014

A la mierda el mundo II

Estoy cansado, hay algo que me desgasta y no se que es. Cansancio físico, mental, emocional, espiritual… Acaso es que me quedé sin objetivos, sin sueños que perseguir. Acaso se desgastaron mis sueños, mis pasiones. En dónde quedó todo el combustible, en dónde está el motor que me movía, acaso perdí el norte…

Hay algo que me desgasta, que me resta energía y apenas puedo identificarlo; pueden ser mis vicios, mi falta de interés por las cosas, mi falta de disciplina.

Necesito despertarme, levantarme de este letargo, abandonar la humanidad.

Mucha de la rabia que había en mi ha desaparecido, o quizás esté dormida; recuerdo que la alimentaba con la música y los acontecimientos del día. Acaso me está consumiendo el sistema, este puto sistema de mierda en el que vivimos, donde trabajamos y cada día nos enredamos más.

Y qué pasaría si mañana lo mando todo a la mierda y busco tener una vida autosostenible buscando solamente el bienestar del espíritu.

Lo que hace falta es una revolución, una revolución de todo, con todo.

Un poco de irreverencia y decir que me vale verga el mundo

6 de noviembre de 2014

A la mierda el mundo I

(Esta es la primera parte de lo que últimamente he escrito. No es que lo haya escrito por partes, cada uno surgió de manera independiente desde hace algunos meses, pero hoy que lo leo, veo que tienen cierta relación. Tal vez sin quererlo he venido pensando o sintiendo lo mismo, esta es la perspectiva que tengo en este momento del mundo que habitamos.)

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Otra vez, con esa sensación de vacío, de impertenencia. Me deshago de todo, vuelvo a ser solo yo, sin nada, sin nadie. Un vasto espacio, sin razón de ser. Otra vez hay rabia en mi, y veo al mundo con desprecio.
Estoy listo para morir, qué más da si la muerte llega hoy. Y qué pasa si llega la vida ¿estoy listo para vivir? no se que voy a hacer, sólo sé que no quiero hacer lo que el resto del mundo hace ¿por qué debería casarme y tener hijos? ¿y qué si quiero vivir solo, si me siento bien así…? para qué traer gente a este mundo que esta en decadencia.


¿Existiría mi ser en algún lugar, en el caso de no haber nacido? ¿tendría conciencia?
Comienzo a aburrirme.

6 de julio de 2014

Memorias del observador

Hay una silueta
que se va difuminando
gotas de lluvia
en tierra árida

hay un atardecer
que se adorna
de nubes fragmentadas

aves que buscan refugio
quedan las imágenes
en el recuerdo

hay un lamento en el aire
es el eterno por qué sin respuesta
queda la ausencia y la intención

hay una silueta…
se desdibuja al atardecer
y regresa con el alba